El medioambiente es uno de los factores determinantes de la salud más importantes. Se calcula que, en todo el mundo, un 24% de la carga de morbilidad (proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado) y un 23% de la mortalidad se atribuyen a factores medioambientales.
Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos por la ONU en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, se abordan especialmente los determinantes ambientales de la salud. Así, entre estos 17 Objetivos para transformar el mundo encontramos: combatir el cambio climático, garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades, así como conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.

ODS relacionados con el medioambiente. Elaboración propia
Los centros educativos son escenarios fundamentales para llevar a cabo actividades y programas que contribuyan a la promoción de la salud de las personas y comunidades, y la salud medioambiental es uno de los temas de educación para la salud que se trabaja más frecuentemente, tanto con un enfoque curricular como con el desarrollo de programas educativos participativos, con un enfoque holístico, que buscan la implicación del alumnado para mejorar la salud en el aula, la escuela y la comunidad. Un ejemplo de estos programas es El Mar Menor de los Niñ@s, del Colegio Público La Asomada, un programa educativo que nació hace casi tres años y ha recibido ya dos premios: Premio a la Educación Medioambiental, por el Diario La Verdad el pasado 3 de diciembre de 2019 y Premio IBAFF “Pantalla Solidaria” del Festival Internacional de Cine de Murcia, el 7 de marzo de 2020.
Por cortesía del alumnado de 6º A del CEIP La Asomada y su tutor Francisco Ruiz Salmerón, os presentamos a continuación:
Los Niños: Vigías de la Salud de nuestro Mar Menor
“Niñas y niños jugaban en las orillas del Mar Menor, hace décadas, entre arenas y lodos con los que “embadurnarse”, mientras sus padres y abuelos les pedían prudencia si se acercaban a los extensos balnearios de madera que todavía hoy dibujan su silueta en el horizonte marmenorense. La niñez privilegiada todavía juega hoy y podríamos decir que son capaces de conectar y sentir la presencia privilegiada de otros seres como caballitos y nacras en el agua salada de nuestra pequeña gran laguna costera. Sigue leyendo