Como cada año desde 1948, el 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud. Este año, en plena pandemia mundial por COVID-19, se hace de vital importancia la celebración de este día que, bajo el lema “Construir un mundo más justo y saludable”, pone de relieve la importancia de trabajar para eliminar o reducir las desigualdades en materia de salud que hay en el mundo.
A lo largo de la historia, el concepto de Salud ha ido evolucionando en función de los cambios sociales y culturales y así podemos encontrar muchas definiciones; entre ellas, la más conocida es la de la OMS que define Salud como “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. La Salud de las personas viene determinada por las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. Son los factores determinantes de la salud, entre los que encontramos la economía, el empleo, el género, la educación, los sistemas sanitarios, etc.

Fuente: Solar O; Irwin Comisión de los Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. 2006
Estos Determinantes Sociales de la Salud tienen especial importancia pues son el origen de las principales desigualdades e inequidades en salud. Las inequidades sanitarias son las diferencias sistemáticas, injustas y evitables en materia de salud entre grupos de población de un mismo país, o entre países. Esas inequidades son el resultado de desigualdades en el seno de las sociedades y entre sociedades. Las condiciones sociales y económicas, y sus efectos en la vida de la población, determinan el riesgo de enfermar y las medidas que se adoptan para evitar que la población enferme, o para tratarla. Sigue leyendo